Se trata del acuerdo entre dos o más partes de un contrato que tiene la finalidad de solucionar posibles controversias por obra de un tercero (también llamado árbitro).
Las partes se ligan y someten jurídicamente a reglas de arbitraje autorizadas por el ordenamiento legal mercantil frente a conflictos que serán resueltos mediante condiciones particulares.
El compromiso arbitral en la generación de contratos mercantiles internacionales proporciona confianza y seguridad a las formas en que se efectuará la relación contractual.